Brenda Liz Pérez Bahamonde, de 46 años, fue asesinada por su expareja y también policía, José Antonio Rivera Velázquez, en su residencia del barrio Naranjo en Salinas. Tenía una orden de protección que había vencido semanas antes, y su agresor había recuperado su arma de reglamento poco antes del crimen. Brenda fue baleada y, gravemente herida, condujo hasta el cuartel de autopistas de Salinas para pedir ayuda, pero murió camino al hospital. Madre de cuatro hijos y abuela, era reconocida por su entrega, empatía y compromiso con su trabajo en la Uniformada. Rivera Velázquez fue acusado de feminicidio y violación a la Ley de Armas, y
condenado a 60 años de prisión. Su muerte puso de relieve la vulnerabilidad de las mujeres incluso dentro de los cuerpos de seguridad del Estado.

Crédito: El Vocero, Articulo sobre Brenda Liz Pérez
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